por José Fotia![]() Esta presentación relata parte de los debates acontecidos en la Reválida para Entrenadores de Voleibol de Primera División y División de Honor de rama femenina, organizada por la Federación Metropolitana de Voleibol (FMV) de Buenos Aires, Argentina1 (2016/2017). Participaron del evento 70 entrenadores y entrenadoras de nivel 32, en el que se analizó el tema Principios de organización de la colocada del contraataque en el voleibol femenino. Para el desarrollo decidimos romper con la exposición tradicional, proponiendo una técnica de comunicación que promoviera la confrontación de diferentes opiniones. Durante 120 minutos la estrategia fue, a partir de breves argumentaciones (afirmaciones a debatir acerca de diferentes problemáticas respecto del tema) tratar de generar la discusión, lograr pluralidad de voces y participación. Dada la extensión requerida para las comunicaciones, hemos seleccionado para la exposición 7 principios de los 15 debatidos. LAS ARGUMENTACIONES 1°: En un nivel medio/alto de juego, en el voleibol la capacidad de reconstruir el contraataque es un requisito para obtener resultados. En esta fase del juego si una pelota no es bien colocada el resultado frecuente es un free ball. Las discusiones en este punto giraron alrededor de la importancia que debemos darle al análisis de la cantidad de pelotas defendidas y su relación con los puntos obtenidos luego de ellas. Ante bajos porcentajes de puntos logrados por esta vía, quizás tenga una relación directa la recurrencia de colocadas con golpe de manos bajas que se observa en el voleibol femenino de nuestro medio, por la altura, los giros y poca precisión de la reconstrucción que implican. Si miramos de los equipos del femenino de alto nivel, aspectos que pueden ser copiados3 (Rusia, Brasil, EEUU, etc.), podemos observar que todas las jugadoras levantan con golpe de dedos4. Por otra parte, los entrenadores expresaron no tener una postura única en cuanto a darle la responsabilidad de la colocada a las líberos o a las centrales cuando defienden las colocadoras y la pelota se encuentra dentro de la zona de ataque, como tampoco por la jugadora de zona 5 o de zona 6 para el armado del contraataque cuando el balón cae fuera de esa zona: “Depende de las características técnicas de unas y otras […] no hay recetas. Cada equipo es una historia, cada rotación es una historia y cada partido es una historia. Como opina Julio Velasco: los sistemas de juego no deben ser sellos personales”. 2°: Empezamos a enseñar la colocada de reconstrucción con tareas analíticas, como por ejemplo simular una defensa y armar desde esa situación facilitada, pero no hay forma de entrenarla sin ejercicios de situación, porque las variables en la organización del contraataque son significativas. Agregamos a la argumentación inicial: La recepción es esquemática, mejora con la repetición y el volumen de trabajo en bloque. En cambio, el entrenamiento del contraataque consiste en solucionar las situaciones que pueden aparecer (casuística situacional) en el nivel en que jugamos, y para ello el ejercicio central es el de síntesis. Si bien es cierto que a algunas jugadoras hay que corregirles el doble golpe de manos altas y entonces hay que ir a la pared, y también que si a algunas líberos les decimos deben ser las segundas armadoras, entonces hay que entrenarlas casi como a las colocadoras, más allá de los trabajos individuales analíticos el ejercicio de síntesis es el único en el que podemos manipular la complejidad y reproducir con cierta repetitividad la situación de juego en la cual tenemos problemas en el partido. Los entrenadores están de acuerdo con la secuencia de eventos que presentamos en relación a una jugadora que va a armar el contraataque: debe leer la situación, decidir intervenir (colocar) o no, comunicar a sus compañeras en el caso que decida colocar, evaluar la jugabilidad de la pelota respecto a su nivel técnico y por último realizar un golpe lícito y preciso. Cómo puede verse, es una situación compleja con apremio de tiempo, por lo que requiere también un entrenamiento complejo. Entonces, estamos de acuerdo en que debemos responder en la organización de nuestro contraataque a: ¿Cuál es la forma de comunicación que establecemos? ¿Cómo planteamos las situaciones en los ejercicios de síntesis para que ningún componente de la secuencia quede fuera? 3°Hay que armar precisa la reconstrucción, pero en el caso de colocadas dirigidas a la zona delantera: ¿cuál es la zona de caída y la distancia de la red que pensamos ideal para un armado de contraataque? Nuestra opinión: cerca de la red, en lo posible de segundo tiempo y en todos los casos que caiga dentro de la cancha, pero por sobre todas las cosas, que dé tiempo a las atacantes a desarrollar la carrera. Toma la posta una entrenadora (hasta hace poco jugadora exitosa), quien opina: “Cerca de la red porque es más fácil jugar contra las manos y es mejor tener la pelota delante del cuerpo y no detrás”. Nuestra intervención: “buena respuesta, aunque pensamos que hay que tener cuidado en divisiones inferiores”. Relatamos nuestra experiencia: en una oportunidad, una menor que regresó a su club de una concentración con la selección argentina, entrenando colocó una pelota de contrataque muy pegada a la red (lo había estado trabajando) y el resultado fue un esguince de la atacante. Es importante – si estamos de acuerdo con cerca- definir cuánto es cerca ¿50, 60 o más centímetros de distancia de la red está bien para ustedes? Siguiendo con los parámetros de precisión: ¿Que caiga adentro o afuera de la cancha?” Los entrenadores no tienen dudas: “Que caiga dentro porque se tienen más direcciones. Es preferible que el jugador acelere y que con el último paso quede detrás de la pelota antes de que la pelota salga de la varilla y que no tenga opciones”. Nosotros agregamos: “¡Perfecto! Pero todo esto hay que demarcarlo claramente en los ejercicios de armado. Cuando hacemos que armen todas, debemos poner marcas en el piso de la pista para que caiga la pelota donde pensamos que debe caer, en referencia a las líneas laterales y a la distancia que debe mantener respecto a la red y determinar así las referencias para el armado”. Una entrenadora experimentada participa: “yo sé que a ella – la participante anterior- le gusta cerca de la red porque tiene mano y afuera5, otras jugadoras solo saben pegarle para abajo y por eso cada uno cada entrenador debe saber. Un entrenador opina: “yo cerca de la red no juego. Me parece más eficiente una pelota separada que tiene más opciones: por arriba del bloqueo, también mano y afuera. Por eso yo, personalmente, no juego cerca de la red. Mi forma de salida para la carrera es abriendo el ángulo para ver todo”. Otro entrenador dice: “Trabajo en el masculino, estoy pasando al femenino y vengo para aprender. Pregunto: ¿no es típico del femenino que desde inferiores se les pide mucho a las jugadoras que no erren y por eso que no acerquen tanto la pelota a la red para lograr definir el punto? Es decir, se defiende mucho en el femenino, pero después se les pide a las jugadoras que no haya error en el contraataque, algo como ¡ahora qué defendimos la pelota, no la tires afuera! Quizás por eso se les indica que la pelota se coloque separada, para solamente pasarla segura”. Surge un debate respecto a la problemática del error. Una entrenadora opina: “depende cómo tomes el error. Si va al medio bloqueo es error, pero si la jugadora buscó largo y se le fue, no le digo nada porque buscó el largo de la pista” Intervenimos: Creemos que esta postura frente al error es a la vez otro error, esta vez conceptual. Para retomar el tema: ¿podríamos arriesgar a decir que en la mayoría de los casos una pelota colocada alta y separada a una jugadora de nivel medio, por lo general es free ball? Otro entrenador expresa: “Pienso que no se puede estandarizar. Tiene que ver también con quién es la que bloquea, contra quién jugamos. Nosotros acabamos de jugar la super liga6 argentina. Con el bloqueo de las brasileñas y con una pelota a 60 centímetros es muy difícil pasar, y el manos y afuera tiene que ver con cuanto quieras intentar abrir el ataque”. Pide la palabra una entrenadora, todavía jugadora: “A las mujeres nos meten mucha presión con el error del 20 para arriba o en el tie-break, en cuanto a no equivocarse, a no cometer errores, es decir el discurso es “métela si defiendes”. Interviene otro entrenador: “Quiero decir algo que va a parecer obvio, pero en el armado de contraataque hay que enfatizar la calidad del armado, porque el atacante va a tener las peores condiciones: siempre doble bloqueo a veces triple en el nivel internacional y por ello la calidad del toque en la colocación es muy importante”. Tomamos la palabra con una pregunta: y respecto a la pelota alta, ¿cuál dirían que es el principal problema en el contraataque del femenino? Responde una entrenadora sin dudar: “salir antes”. Opinamos que, quizás habituadas a atacar balones de tiempo 2, les cuesta adaptarse y esperar para partir ante la alta. Volviendo al trabajo de Moretti y Paolini (Op. Cit,), en la pelota alta se sale coordinando el segundo paso con el punto muerto. Es un error decir que se arranca en el punto muerto, porque así no se llega a tiempo. 3 Consideramos que son los que no dependen de la estatura, fuerza o experiencia internacional. 4 Se puede encontrar opinión al respecto en el trabajo sobre ataque y contraataque de Moretti y Paolini 6 La super liga argentina es un torneo corto por invitación, con la participación de equipos extranjeros 4° Aprovechando este comentario, planteamos una hipótesis, para ver si coinciden o no con nosotros: en el armado de contraataque, con doble bloqueo bien plantado en gran parte de los intentos es mayormente redituable intentar jugar contra las manos. Los entrenadores coinciden, aunque algunos retoman el tema de que, contra las brasileñas lo intentaban y la pelota bajaba más rápido. Un entrenador con mucha experiencia opina: “Eso tiene que ver con qué no se juega seguido contra ese bloqueo. Una cosa es haber jugado 10 partidos como ese en tu campeonato y otra es uno. Me acuerdo siempre de una frase de Sohn7 en su idioma coreano/argentino: “Cuando nosotros vemos a Japón ¡qué miedo! Después de 50 partidos, Japón venga”, como diciendo ahora te jugamos. Creo que mucho tiene que ver con eso; a veces a los jugadores se le representan situaciones en nuestro campeonato que no son las situaciones del nivel internacional entonces en la teoría entienden, pero en la práctica no les sale” 5° Hay básicamente dos situaciones desde las cuales proviene una colocada para el contraataque: luego de la defensa y luego de la cobertura. Cada una de estas situaciones necesita una estrategia. Damos un ejemplo: estoy defendiendo en zona 6. Mi compañera de zona 1 uno se adelantó y debo recuperar una pelota que va colocada a 1, que está lejos de mi zona de acción. Esta defensora ¿Debe intentar ponerla perfecta o dejarla jugable y segura en los tres metros y en el medio de la cancha? ¿Qué le vamos a pedir a nuestras jugadoras? Entonces, a pesar de reafirmar que el entrenamiento del contraataque debe ser mayormente situacional, debemos decir también que se apoya en algunos principios de organización estratégica: Pelota colocada fuera del cuerpo: la dejamos jugable sobre los 3 metros, Al cuerpo no muy potente: intentamos ponerla perfecta, Al cuerpo con potencia: la dejamos en tal o cual parte, …y estos son principios que las jugadoras deben respetar. Ante cada tipo de intervención el sistema debería tener planificado un hipotético armado. El problema aparece cuando las juveniles tienen tres entrenadores casi simultáneamente (algnas juegan en sub 19, Sub 21 y mayores), y escuchan 3 cosas diferentes porque no se acuerdan líneas de trabajo… Estas consideraciones dan espacio al sexto argumento (del armado desde la cobertura hablaremos en el séptimo punto): 6° Este es un principio estratégico que debe ser establecido desde inferiores: si la jugadora tiene que colocar el contraataque y evalúa el toque de balón a realizar como difícil (el cual siempre es un juicio subjetivo8), el destino de la pelota debe ser la jugadora que tiene más cerca y disponible para atacar. Intervenimos: Es pertinente aquí que demos un ejemplo de una mala decisión que se observa también a menudo: ataque potente, pelota defendida al límite de ser jugada (alta, con giro, etc.) y una jugadora que llega corriendo e intenta colocar con golpe de antebrazos desde zona 5 a zona 2, o desde 1 a 4. El resultado, en el mejor de los casos una free ball, y sino un error no forzado. Los entrenadores parecen estar de acuerdo en este punto, por lo que avanzamos en nuestros comentarios. Creemos que es imprescindible intentar al menos una definición de pelota potente. No estamos de acuerdo en hablar de porcentajes, muy frecuentes en la teoría del voleibol, como ataques al 70% o 60% para todo el equipo por igual. Por ejemplo, en mi caso particular si me pongo a jugar en veteranos, cualquier pelota colocada es para mí el 100% porque hace 20 años que no juego. Entonces no debemos decirles a las jugadoras “un ataque que viene al 70% … “porque ¿qué es el 70%? Preferimos decirles “si la evalúas como difícil intenta esto, y si no intenta lo otro”. Recordamos un italiano que hablaba de evaluar el saque o el ataque rival con el “índice semáforo”: pelotas rojas, verdes y amarillas. En términos semióticos, al hablar de los colores del semáforo estaba hablando de dar un significado mediante la lectura de la situación, intentando que cada jugadora asigne un significante (una decisión de intentar mayor o menor precisión en la recepción). 7 Young Wan Sohn fue un técnico coreano de la Selección Argentina de voleibol masculina, que logró la medalla de bronce en el campeonato mundial jugado en Buenos Aires en 1982. 8 Es útil diferenciar entre dificultad y complejidad. El primer término atañe a cada jugadora y el segundo al problema a afrontar. Para profundizar se pueden leer los trabajos de Jean Pierre Famose 7° Es muy importante para tener éxito en el contraataque, colocar usando todo el largo de la red. Opinamos: por ejemplo, en el femenino con armadora delantera, cuando la segunda línea por zona uno no es tan fuerte, entonces podemos adoptar el esquema de la Fast y la opuesta atacando por dentro, fortaleciendo esa zona de ataque que no es tan efectiva, e incorporando además la pipe desplazada. Son decisiones estratégicas que tienen que estar claras. Para estimular el debate lanzamos una pregunta: ¿Ustedes como nosotros creen que luego de la cobertura, se debe intentar jugar por el lado largo? Es decir, cubrimos, contraatacamos, la levantadora tiene que armar imprevistamente, improvisadamente, y es necesario en esa situación que escuche que alguien desde lejos le pide el balón, ya que la que acaba de atacar tiene el bloqueo doble (o triple) parado en esa zona. Una herramienta valiosa para este problema es la Fast de segundo tiempo, que se adapta a una colocada realizada en condiciones variables. Todas esas situaciones hay que tenerlas previstas y para cada una establecer un plan estratégico inicial (ya que luego las que juegan y deciden son las jugadoras). En este punto, el debate se instala sobre el siguiente comentario de un entrenador del masculino (pregunta/crítica) aparecido en redes sociales: ¿por qué en el femenino se ataca la segunda línea sin combinar con el primer tiempo? El entrenador con experiencia que habló antes opina: “Viendo el partido de super liga, dos veces le quedó la pelota a la armadora del equipo argentino y las dos veces tiró la Fast, y las dos veces la bloquearon doble. Colocó la más fácil para ella. En cambio, la brasileña desde zona 2 colocó a 4 como una flecha, en salto solo con manos. Es decir, las posibilidades técnicas y condicionales influyen decididamente en utilizar el largo de la red. Al igual que la pelota por 6 (pipe), muchas veces nuestras colocadoras la tiran a 6 porque no llegan a 4, entonces cantan “6” y listo, pero la entregan”. PALABRAS FINALES
Subrayamos la importancia de analizar, debatir y escribir sobre los temas específicos del voleibol femenino, y en particular en los distintos contextos en los que se juega y alentamos a hacerlo. No hemos desaprovechado la posibilidad que nos ha brindado nuestra Federación de tener reunidos a tantos entrenadores y entrenadoras, con diversos niveles de experiencia, y por ello no tenemos dudas de que hemos dado un paso adelante en el conocimiento de nuestro deporte. Muchas gracias a tod@s Este trabajo fue presentado en el CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE ENTRENAMIENTO EN VOLEIBOL VALLADOLID, ESPAÑA JUNIO DE 2018 |
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