"Me veo como un entrenador perseverante, paciente y con la actitud para saber que con el vóley femenino se podía"![]() Entré al Cenard por vez número mil pero esta vez fue como la primera de todas, conozco a Guillermo Orduna desde hace mas de 20 años y si bien siempre había hablado con él nunca lo había entrevistado, tenía un orden de preguntas preparado y cuando llegó sucedió algo inesperado, la conversación comenzó desde el hola y puse rec en el grabador y sin prestar atención a mi guía contestó realmente los temas de todas las preguntas preparadas, sobre su visión del vóley femenino y sobre el nivel de los entrenadores, sobre la Liga Nacional... Entonces Guillermo hablo de todo. VA: ¿Qué cosas son importantes para vos que deberían incorporar los entrenadores del vóley femenino en la Argentina? GO: Considero que deberían incorporar, más conocimientos sobre Coaching, sobre la conducción de grupos, la comunicación y cómo ejercer los liderazgos. También pasa mucho por la capacitación del profesional, se debería tener un conocimiento profundo del área que maneja (área técnico-táctica) y no siempre se tiene, porque cuando los jugadores descubren la falta de conocimiento, evidentemente se hace difícil la conducción, cuando no hay fundamentos desde lo que entrena, desde lo que dice, desde lo que corrige, o como soluciona los problemas interpersonales o cómo afronta los conflictos del grupo. Creo mucho en ese canal abierto de comunicación con el jugador, de no tratar a todos por igual, cada uno es una persona irrepetible que tiene sus necesidades, de las cuales hay que estar atentos para atenderlas y en la mujer este aspecto emocional tiene una atención muy especial por quiénes conducen los grupos del femenino, sin poner un diván en el gimnasio y transformarse en psicólogos. VA: No te parece que a los entrenadores les falta tener experiencia más tiempo con jugadoras mayores, porque lo que sucede hoy por hoy es que la mayoría de las jugadoras son adolescentes o muy jóvenes, porque a las jugadoras mayores les sucede dos cosas o se van a jugar al exterior por su nivel o antes o después entran en su vida laboral y van dejando el vóley en un segundo plano... GO: La falta de una competencia profesional en el vóley femenino argentino, hace que todo el desarrollo ya sea de las jugadoras, que sería de esa élite, el desarrollo de los staff, estén acorde al nivel de la exigencia de la competencia y el nivel de los grupos que se manejan .Los grupos son jóvenes , con jugadoras que tienen diferentes expectativas en cuanto a su futuro, entonces ese desarrollo se ve limitado, producto del nivel interno de la competencia ,esto no ha sido así en el vóley masculino, donde la competencia ha ido generando una profesionalización de los entrenadores aún mayor, donde los entrenadores tienen que acompañarse de un staff completo, con área médica, estadística, preparación física, toda esa estructura que se ha profesionalizado mucho en el vóley masculino está muy cerca de los estándares internacionales en el caso del femenino al no existir esa competencia altamente profesionalizada esto no sucede. Cuando esto cambie y la competencia interna del vóley femenino sea más fuerte, retornen las jugadoras de selección, como lo hicieron en su momento jugadores como Milincovich, Elgueta , Bidegain y muchos otros que lo hicieron en la Liga Masculina, y exista la posibilidad de incorporar jugadoras extranjeras de nivel, va a potenciar a la jugadora de nivel local y va a potenciar al desarrollo de los entrenadores. VA: Se ha escuchado durante mucho tiempo que los entrenadores de la selección femenina recomiendan a las jugadoras de selección a ir a jugar otras ligas, entonces sucede como un doble juego, porque si las mejores jugadoras se van a jugar al exterior el nivel es más difícil de alcanzar, porque nos quedamos sin las jugadoras que tienen más roce internacional ni las extranjeras, porque hay momentos económicos de nuestro país que son complicados para una inversión semejante. GO: Yo creo que no hay un doble discurso, lo que hay es una realidad concreta que por ejemplo hace 4 o 5 años se desarrolló una liga nacional de solo cuatro equipos, donde se llegó a un deterioro tan grande de. La competencia nacional que cuando se acaba la competencia metropolitana las jugadoras estaban dos meses paradas y el salto de calidad lo daban una vez que empezaban a entrenar con la selección, esa diferencia de nivel y de exigencia a nivel internacional se paga. La jugadora se va porque cuando ingresa a la selección, recorre el mundo y se muestra, tiene ofrecimientos, porque la estructura profesional permite que haya managers que ofrecen esa posibilidad o entrenadores argentinos que se van al exterior y llevan algunas jugadoras por su nivel. Cuando surgen esas propuestas algunas jugadoras optan por irse, comparan sus posibilidades de profesionalizarse y las otras, que se quedan en Argentina, tienen dentro de sus planes utilizar el voleibol como un complemento de su desarrollo profesional en un futuro, porque saben que no van a poder vivir del vóley en nuestro país, entonces muchas jugadoras pueden a través de jugar al vóley, costear y recibirse en una carrera universitaria o terciaria, lo cual es muy bueno, pero la que logra ser una profesional del vóley , luego de unos años puede generar una estructura que la permita sostenerse y a los 30 o 32 y realizar una carrera si así lo quisiese y pudo desarrollar y disfrutar su vida deportiva en forma profesional y también capitalizarse. Hay muchas jugadoras que se van a ligas menores, ya que es muy difícil que jugadoras argentinas pasen de primera a una liga italiana o turca y en estas ligas menores los contratos que perciben no son muy diferentes a los que pueden recibir hoy acá Lo que sucede es que esos proyectos generan una conciencia más profesional que la que generan los proyectos de Argentina en cuanto a la exigencia, por ejemplo Julieta Lazcano hace años que está en Francia y recién ahora llegó al primer equipo, San Rafael, a Yas Nizetich le costó 10 años llegar a la A1 italiana, ellas tomaron una opción de vida para ser profesionales, para esto pasaron por muchas ligas menores antes de llegar... por desgracia todavía jugar en el exterior les ayuda a crear esta conciencia de ser profesionales, la selección argentina ha podido mantener el nivel porque esas jugadoras han podido crecer en Europa VA: Hablando de los años que le toman a una jugadora transformarse en profesional ¿Cómo es el camino de la jugadora de vóley en la Argentina? G.O: A los 18 años ha venido del interior a Capital, mejora un determinado nivel en los clubes de Buenos Aires, ingresa en la selección, a veces lo hace directamente del interior a las selecciones de base, después algunas de ellas van tomando determinado nivel y tienen ofrecimiento de los clubes de la F.M.V. y se quedan y después llega una instancia en donde ya sea por nivel o crecimiento, tiene ofrecimientos de equipos del exterior. Es una carrera lógica. Retenerlas en Argentina va a demandar que la propuesta profesional en la competencia sea cada mejor, no solo la propuesta económica sino también la estructura, la logística, los entrenamientos. Entonces ahí tal vez la jugadora piense para que me voy a ir a tal o cual liga, si la Liga Argentina dura 5 o 6 meses y hay jugadoras extranjeras, que es lo que ha hecho los últimos años Perú que ha dado un salto de calidad en su liga y ha retenido sus jugadoras, recién Leiva se ha ido este año y a la liga brasileña, ha incorporado jugadoras dominicanas, algunas colombianas, ese es el camino. En nuestro torneo solo hay dos extranjeras y las tiene Gimnasia y Esgrima de la Plata. Creo que hay varios aspectos a tener en cuenta en lo que se refiere a la liga nacional para dar un salto de calidad en el nivel de las jugadoras, el nivel de los staff, lo mismo que sucedió en el masculino. A los staff del voleibol femenino todavía les falta mucho, desde el punto de vista de la estadística, de tener información, de que todos tengan un patrón de seguimiento, que se pueda intercambiar información, creo que los entrenadores de femenino tienen que intercambiar información y es evidente que los equipos de Capital se refuerzan pero va a desmedro del fortalecimiento de los equipos del interior, entonces queremos una liga fuerte pero ¿queremos que sean los mismos equipos de la metropolitana? Porque si traen a las jugadoras del interior a jugar a la Metro cuando tienen 18 años, ¿qué le queda a Santa Fe a Formosa a Jujuy? ¿Cómo hacen después para retener a esas jugadoras? Se hace muy difícil VA: Igualmente a mi criterio hay más variables, una de ellas es la necesidad de ir a lugares donde haya Universidades y otro es la cantidad de competencia… G.O.: Diferenciemos el análisis con respecto al estudio me parece bien pero la liga masculina se desarrolla con jugadores que se han profesionalizado tanto en el nivel A como el B, si estudian muchísimo mejor pero necesitamos jugadoras que a nivel local tengan la misma organización y la misma propuesta que tienen en el exterior en cuanto a la exigencia de entrenamientos, de dedicación de recompensa económica, etc. Entonces los equipos de Capital pueden ofrecer la posibilidad del acceso a la Universidad pero ¿cuál es el objetivo, ¿que sea una profesional universitaria o que sea una profesional del vóley? Para jugar en la selección nacional y jugar a nivel internacional de igual a igual se debe ser una profesional del vóley y para eso hay que desarrollar una liga que contemple desarrollar jugadoras en todas las partes del país. VA. La Fivb ha estado extendiendo el calendario internacional para las categorías más jóvenes y cada vez tienen más competencia… GO. Nosotros hemos tenido históricamente buenos desarrollos en las categorías de base, ha quedado demostrado en diferentes épocas, hemos ido a mundiales de menores, de juveniles, han surgido jugadoras que han jugado en todas partes del mundo, lo que faltaba era cerrar la pirámide y tener un grupo de mayores que marcara un rumbo. Ahora está, sostenerse es lo más difícil en ese camino estamos y eso debe estar acompañado por una competencia que no esté circunscripta a nivel metropolitano, necesitamos una competencia nacional importante, hay que jerarquizar la liga. Y ¿cómo se jerarquiza la liga? No es solo cantidad de equipo sino calidad de equipos, que los equipos no desperdicien recursos viajando 1000 km para jugar una hora y volver, eso no debe pasar, hay que generar espectáculo teniendo paridad en la competencia sino esa motivación se pierde rápido. VA ¿Y cuál sería la liga ideal para vos? Comenzando por ampliar la liga a 5 meses, abrir el libro de pases de la Metropolitana a mitad de año, para que aquellas jugadoras que no tienen oferta en el exterior se puedan cambiar de equipo o para que los clubes incorporen extranjeras, entonces los últimos 3 meses del torneo metropolitano, que esta buenísimo, con play off y que convoca público pueda jugar reforzado y esas mismas extranjeras y las jugadoras de selección tal vez se puedan quedar a jugar la liga y así obtener contratos de 8 meses, igual que en las ligas extranjeras. Así tendríamos 3 meses de un torneo metropolitano de altísimo nivel y los otros 5 de liga nacional súper competitivo también, jerarquizando así al vóley femenino argentino. VA. Cambiando un poco de tema y yendo a la selección mayor ¿Qué cosas aportó la posibilidad de jugar los Grand Prix, las Copas Panamericanas y otras competencias internacionales a las jugadoras? GO: Las jugadoras crecieron con la competencia oficial, que no es lo mismo que crecer con partidos y giras amistosas, por un lado es muy bueno tener competencia pero por otro lado tienen que hacer experiencia dentro de la competencia oficial, entonces hay poca posibilidad de “probar” porque al mismo tiempo hay que “ganar” porque si no ganas y no cumplís objetivos es muy difícil sostenerse, el desafío fue crecer con la competencia oficial y lograr objetivos deportivos que se lograron. En otra época había mucho entrenamiento y poca competencia, porque toda esta competencia no estaba y tampoco había dinero para financiar giras. Por suerte todo eso cambio, ahora hay que repensar el tipo de competencia y a que competencia vamos y con qué equipo, por ejemplo una jugadora que estuvo durante todo el proceso desde abril hasta octubre jugó 33 partidos internacionales, una liga de 12 equipos europea juega 22 partidos y si clasifica al play off algunos mas dependiendo hasta donde llega su equipo. La dosificación de la carga de los partidos con el entrenamiento y la dosificación de las jugadoras es el próximo desafío de la selección para que las jugadoras sigan creciendo, para las que ya han recorrido un camino de 10 años de selección se sostengan en el tiempo y por eso el calendario tiene que estar muy bien equilibrado entre los periodos de entrenamiento y la competencia. Este año la competencia más importante para la cual nos preparamos era el pre mundial sin subestimar las otras competencias, tuvimos recomposición del equipo por lesiones o cansancio de las jugadoras y para el año que viene donde la exigencia es muy exigente, que nos invitan a Montreaux, la Copa Panamericana, la Liga Mundial, donde en un mes jugamos 5 week end, esa dosificación de la carga de competencia tiene que estar muy bien ordenada y planificada. Argentina es un equipo que necesita entrenar, si no entrenamos no crecemos. VA. ¿Cómo abriste la convocatoria para sumar jugadoras a la selección mayor? GO: Yo recuerdo que en el 2012 se jugó una liga femenina de 4 equipos nada más, entonces algunas de las jugadoras que se incorporaban a la selección venían de 2 meses de estar paradas, esto fue cambiando año tras año, fue mejorando, algunas jugadoras fueron al exterior y entraron en un nivel de competencia diferente, se fue achicando la distancia con el nivel de entrenamiento de selección y las jugadoras que se iban incorporando, lo que también se sumó en este último tiempo fue la posibilidad de clasificar con las categorías de base a las competencias internacionales, en ese año estaban los grupos de Guillermo Cáceres de menores y el grupo de mayores, los grupos juveniles y U23 no tuvieron acceso a los mundiales. Este año se clasificó al mundial juvenil y el año pasado se clasificó al mundial U23, eso permitió que las jugadoras lleguen a la selección mayor, es un desafío sostener ese trabajo con el tiempo, realmente con una carrera en las categorías de base y una preparación que beneficia mucho a la selección mayor. Fortuna, Hiruela, Piccolo, Rodríguez, llegan con una preparación mejor que si no hubiesen dicha competencia. VA: ¿Dónde se inicia el trabajo de desarrollo de las jugadoras de selección? A partir del 2016 volvimos a reeditar el programa de captación y desarrollo a cargo de Roberto Woelfin , donde observaron aproximadamente 300 chicas a lo largo de todo el país, de ahí surgió un grupo base que trabajó casi todo este año durante 10 días todos los meses, donde se tuvieron en cuenta biotipo, alcance, ciertos rendimientos técnicos y esto da la posibilidad que se comiencen a desarrollar jugadoras, a reubicarlas en otros puestos. Entonces nos encontramos este año con un grupo que fue a jugar a Paraguay el sudamericano de pre menores y que obtuvo el primer puesto, ahora más allá del resultado, lo importante es como jugaron, con que rendimiento técnico y cual biotipo. Con este programa trabajamos para desarrollar jugadoras que estén a nivel de lo que pretendemos en las categorías siguientes. No se trabaja para salir campeones de las categorías menores, se lo hace para tener buenos rendimientos, para permitir que las jugadoras crezcan y se desarrollen. Es fundamental la visión de los entrenadores de cara al futuro, tener en claro que jugadora puede llegar, en qué función y como hay que entrenarla, como dosificarle la carga para que esa jugadora a los 20 años quiera seguir jugando al vóley , es un todo un desafío, necesita que el trabajo de base sea muy bueno. VA: Hablaste de dosificarle la carga, pero esa jugadora cuando vuelve al club, puede jugar hasta 3 partidos en un día… GO: el mismo principio que te dije en mayores, la competencia excesiva, sin preparación perjudica, si no manejas los tiempos de recuperación adecuada para aplicar una nueva carga para recomponer al jugador, a la larga puede provocar baja de rendimiento, saturación o lesiones, aquí en Argentina si bien es bueno que jueguen y tengan mucha competencia necesita estar acompañado de una carga de entrenamiento acorde, dosificada y el entrenador tiene que tener la capacidad para ayudar al desarrollo de esa jugadora y entender que “NO PUEDE JUGAR TODO Y AL 100%”. VA: ¿Es este un momento bisagra en el vóley femenino argentino? GO: Si, sin duda, así como con Las Panteras los objetivos fundamentales volver a clasificar a los mundiales (objetivos que logramos este año) y a los Juegos Olímpicos, para las categorías de base sería lo mismo, clasificar otra vez al próximo mundial, después se verá hasta donde se puede llegar en el mundial pero hay que estar en esas competencias. Para esto reorganicé el Staff, en esto considero que la experiencia de Guillermo Cáceres era y es muy importante para este trabajo, luego de tantos años en Italia como aquí en Argentina, de hecho cuando tomo el grupo juvenil hacía años que no se clasificaba en esa categoría. VA: Hablando de asistentes, ¿qué te aportó Juan Manuel Serramalera durante su estadio en la selección? GO: Juan Manuel es un entrenador muy capaz, había estado solamente con el vóley masculino, había aspectos del bloqueo, defensa y ataque, que tanto como jugador como entrenador, tenía y tiene como conocimientos sumado al manejo de estadísticas, recordemos que fue asistente de Chiche Lozano en Alemania, un entrenador muy completo que se incorporó muy rápido al equipo y pudo aportar todos sus conocimientos, tal es así que después tuvo la oportunidad de dirigir nuevamente un equipo femenino en la liga polaca. VA: y ¿Fabián Muraco? GO: Fabián es otro entrenador que viene del masculino, viene de ser asistente y también conducir grupos tanto de selección como de liga masculina, con mucho conocimiento sobre el desarrollo de los sistemas, desarrollo técnico, uno de los gestores del cambio del vóley masculino de base, tienen mucho mérito en el trabajo de captación y desarrollo que inicio F.E.V.A. en el 2004/2005, a todo esto también se le suma el trabajo en estadísticas, con mucho conocimiento de lo que es el Data Vóley, toda esa experiencia volcada al grupo femenino resulto muy importante. Para mí la cuestión es que no pasa por ser entrenador del masculino o del femenino, para mí es si el entrenador está capacitado o no para dirigir o entrenar en ciertos niveles. El entrenador del voleibol femenino en Argentina no ha tenido la posibilidad de profesionalizarse, de tener al vóley como un medio de vida y dedicarse full time. Casi no hay entrenadores argentinos de femenino que vivan exclusivamente del vóley. No alcanza porque el nivel de competencia que tenemos, de remuneración de los clubes y de desarrollo del deporte, eso mismo pasa con las jugadoras, lamentablemente el entrenador del femenino tiene que trabajar en otras cosas. VA: En este período tuviste la oportunidad de hablar con Julio Velasco ¿Qué cosas positivas aportaron estas charlas? GO: Siempre tuve la capacidad de ver que seguir aprendiendo es fundamental, tanto de Julio como de otros entrenadores, el entrenador que pierde la capacidad de aprendizaje se queda, no hay que dejar de aprender de estadística, no hay que dejar de actualizarse. Siempre Julio ha sido una persona que ha tenido y tiene una muy buena predisposición para sentarse a charlar, a opinar y aportar su experiencia, lee muy bien el voleibol y es muy preciso en sus observaciones. He tomado varias cosas que él me ha planteado, me ha hecho reflexionar, permanentemente cuestiona y repregunta, entonces a uno lo obliga a re pensar antes de seguir avanzando, eso es muy importante no solo en el ámbito de la F.E.V.A como en el ámbito nacional. VA: ¿Y vos te ves un referente del vóley femenino argentino? GO: Aunque te parezca mentira no me veo. Me veo como un entrenador perseverante, paciente y con la actitud para saber que con el vóley femenino se podía y esa dedicación ha rendido sus frutos. Me siento par de muchos entrenadores argentinos y he tenido la posibilidad de tener experiencias que otros entrenadores han tenido, pero no me siento ubicado en una posición por sobre nadie. VA: ¿A vos te gustaría ser el referente y si es así que te faltaría? GO: No vivo pensando que tengo que demostrarle a alguien quien soy, pienso en trabajar y lo que me toca hacer, hacerlo bien, no estoy en una etapa en donde quiero ser “el mejor entrenador del mundo” si quiero sentirme bien haciendo lo que hago, sentirme pleno y por supuesto ganar, obtener resultados, posicionar y tener logros para el vóley femenino. VA: ¿Como es tu relación con el medio? GO: Yo siento un reconocimiento, con el ámbito de los entrenadores, hay como en todo, entrenadores que reconocen la tarea que hago, los logros y se alegran y disfrutan y otros porque no se identifican, lo ven de otra manera, no lo viven con la misma satisfacción, en general en todo el país siento el reconocimiento de la gente hacia las jugadoras, en los medios periodísticos, de entrenadores, de profesores de educación física, como hace años que estoy en el vóley y he recorrido el camino de la docencia también, los reconocimientos vienen de varios ámbitos. El reconocimiento de la gente me asombra y me satisface mucho, jugar con 5000 personas en el Ruca Che en Neuquén, tres días seguidos, jugar el pre olímpico en Bariloche con el estadio lleno y con gente afuera queriendo entrar, que tuvieron que poner una pantalla en el Centro Cívico en Bariloche para que nos puedan ver, para mí que vengo trabajando desde hace 30 años, que vengo un vóley femenino con menos repercusión es una gran satisfacción, comparando de donde estábamos hasta donde llegamos. Y esto es muy bueno porque tiene repercusión directa en los clubes, que se hable de vóley femenino, que se lea y que se vea, que la selección tenga rendimiento, que jugadoras de Las Panteras, como Tatiana Rizzo se quede en Boca y que Elina Rodriguez y Antonela Fortuna se queden en San Lorenzo, luego de tener un proceso exitoso con la selección, ayudan al vóley femenino, para que el entrenador tenga nuevos desafíos, para intercambiar experiencias, para acercarse a los dirigentes y hablar desde otro lugar, por el posicionamiento que tiene el vóley femenino. La selección debe provocar una movilización del medio interno. VA: Detrás de Guillermo Orduna entrenador, está el hombre, el esposo, el padre, contame sobre tu familia GO: Soy un agradecido a la vida por todo lo que me ha dado y sobre todo por la familia que me ha dado. El apoyo que he tenido me ha permitido desarrollarme en mi profesión. A partir de que yo me he sentido acompañado, valorado, contenido, amado en el ámbito familiar, la carrera del entrenador es muy linda y también es dura y difícil, ya tenemos 35 años de casados con María Inés por momentos me ha fortalecido, me ha apuntalado, se ha bancado muchas, hemos formado una familia ligada al vóley, Santiago ha optado por ser un profesional del vóley, Matías es profesor de Educación Física y entrenador de vóley y mi hija Carolina en una época también se dedicó al vóley y por eso soy una agradecido que la familia ha sido un apoyo incondicional. Personaje conocido para nuestro querido vóley. Viene de salir campeón de la Liga Argentina por primera vez en su carrera, a los 35 años. Le dicen “Enano”… ¡Basta de pistas! es el flamante líbero de la selección argentina y de las “Águilas”: Alexis González. Humilde por naturaleza, tanto es así que le costó acostumbrarse a viajar como rico. Padre de familia. Buena onda con los chicos. Fanático de este deporte, como muchos de nuestros lectores. En esta edición, te acercamos su palabra: cuenta cómo resultó la Liga, las obligaciones que tiene, sus experiencias personales en el extranjero, el año con la selección, sus ídolos y algo de lo que piensa para su futuro. -Después de tres Ligas consecutivas con Bolívar, finalmente pudiste consagrarte campeón, ¿cómo lo viviste? Aparte fuiste el mejor líbero del torneo. -Fue un orgullo enorme. Desde lo personal porque nunca había ganado una Liga Argentina aunque tampoco jugué demasiadas. Y en cuanto a lo grupal porque veníamos de dos años seguidos de llegar al quinto partido y perderla. En su momento fue terrible pero, este año se dio. Aparte también pasó que se armó un grupo nuevo, hay muchos chicos que vinieron este año a Bolívar y ya pudieron tener una medalla de oro y eso está buenísimo. Pero para los que estuvimos en las tres finales, esta la vivimos distinto, fueron muy duras las que perdimos porque se escaparon a último momento. “Acá se viene a ganar, salir segundo no existe”. Así que todos los jugadores que vamos tenemos puesta esa mochila, el que dice que no siente presión, miente. -Y el agregado de tener la posibilidad de cerrar de local, porque las dos últimas les tocó definir en San Juan. Sí, la idea siempre fue salir campeón, donde sea. Se nos dio, por suerte, la chance de terminar en casa. Jugamos un gran partido, todo el equipo jugó buen vóley. Eso me puso y me pone contento. -Además alternaron muy buenos momentos durante la temporada, ¿cómo evalúas al equipo durante estos 8 meses? -El equipo de este año fue muy irregular. No jugamos bien la Liga, tanto la Copa Master como la ACLAV las perdimos. Lomas nos había ganado todos los partidos, después lo pudimos revertir durante la serie de semifinales. En el Mundial de clubes nos fue muy bien, se nos escapó el podio por muy poco, perdimos 15-13 el tie-break. Y en el Sudamericano fuimos a buscar lo que finalmente se nos dio que fue llegar a la final, después fuimos superados por el mejor equipo del mundo, el Sada Cruzeiro. -En la entrevista anterior, Javier Weber hablaba de que ustedes tenían la obligación de salir campeones, que todo lo que no fuera ser el uno, era un fracaso. ¿Cómo convivís con esa presión? -En Bolívar desde el día uno te dicen: “Acá se viene a ganar, salir segundo no existe”. Así que todos los jugadores que vamos tenemos puesta esa mochila, el que dice que no siente presión, miente. " A veces me pasa que no me desenchufo del vóley. De repente sucede que estoy con la liga en Bolívar y me veo un partido de la liga italiana, sigo a jugadores "... Vos perdés un partido con la celeste y después la semana es terrible, no es que pasa desapercibido. Pero bueno, creo que supimos manejar bien esos momentos claves y llegamos al quinto partido y lo ganamos. Se cumplió el objetivo. l -¿Se entrena la convivencia con la presión? -Sí, eso siempre está. En los globales muchas veces el equipo titular va perdiendo y hay que darlo vuelta. Pero el hecho de la presión ya de por sí está implícito porque estar en ese grupo ya es cargar con la obligación de ganar. Tanto en Bolívar como en UPCN, los jugadores tenemos que estar dispuestos y preparados para todo para salir campeón. Es algo que se va armando cada uno, si siempre estás en equipos de primer nivel, llega un momento en que es natural. Igualmente presión hay en todos lados, los de arriba porque tiene que ganar y los de media tabla para abajo porque tienen que pelear para entrar a los playoffs. -Pasaste por las ligas española, francesa y rusa ¿se siente más o menos obligación estar en Argentina? -Creo, por las experiencias personales, que afuera es más difícil. Tenés que rendir o rendir, sino contratan a un nacional. Cuando el equipo pierde, los medios atacan contra los refuerzos. Sos el principal responsable de que las cosas no salgan como esperaban. Por eso uno tiene que aprender a convivir con eso. Acá en Argentina uno trata de demostrar porqué está en tal equipo. -¿Cómo te llevas con los doble turno permanentes a los 35 años? -Ya estoy acostumbrado. Desde chico con la selección y después con los equipos punteros se entrena doble turno. Es difícil, pero si uno se cuida, descansa lo más que pueda y se alimenta bien, se logra. Más ahora, a los 35 años. Aparte está la vida personal, mis hijos, la familia. No es fácil mediar con eso porque cuando llegas de jugar no es como cuando uno es joven y llegas a casa y te tiras a mirar la televisión. Pero todo es costumbre y hábitos, y ahora ya lo voy manejando tranquilo. - ¿Te gusta mirar videos de vóley , de partidos propios o de otros jugadores, estadísticas, etc.? -Sí, soy fanático. A veces me pasa que no me desenchufo del vóley. De repente sucede que estoy con la liga en Bolívar y me veo un partido de la liga italiana, sigo a jugadores; o ahora que transmitieron la final entre el Trentino y el Macerata, la vi toda; la final brasileña también. Soy realmente un apasionado de este deporte. Quizás algunos dirán que juego por la plata, y la verdad es que no. Obviamente es mi laburo, o al menos yo me lo tomo así, pero la pasión siempre está. El día que eso no esté más, dejo de jugar. - ¿Sos de ir pispeando las estadísticas cuando salís por el central? -Las personales no mucho, uno ya sabe y se da cuenta más o menos cómo está jugando. Pero si trato de hablar y fijarme de poder ayudar a mis compañeros, qué información le puedo dar a los delanteros sobre cómo está parada la defensa rival por ejemplo. -¿Pensas ser entrenador el día de mañana? -Sí, me encantaría. Más que nada porque podría sacarle provecho en el sentido de que disfruto estar todo el día con el vóley. A veces me pongo medio denso pero me gusta mirar videos, estadísticas, seguir jugadores, etc. Creo que empezaría por los chicos chicos, aparte suelo llevarme bien con ellos; por ejemplo cuando terminan los partidos en Bolívar y entran los nenes a la cancha yo me pongo a pelotear con ellos. Después, obviamente a medida que van creciendo, a los de 18 años ya uno le puede ir inculcando más vóley, transmitir más experiencia. -¿A quién tenías de ídolo cuando eras chico? -Siempre de chico admiré a Hubert Henno, un francés que hasta el día de hoy sigue jugando, él siempre fue mi ídolo. Obviamente sumo a Pablo Meana que, fue mi referente, lo tenía arriba y siempre lo miraba. También Stefano Antiga que, tuve la suerte de compartir tres años con él. Es más, al día de hoy seguimos en contacto. Son tipos de jugadores que por ahí no son súper estrellas pero, son distintos. -¿Cómo viene el año con la selección? -Bastante cargado. Empezamos con la World League: Rusia, Irán y Córdoba los tres primeros weekends. Luego seguimos con el Sudamericano y por último tendríamos el pre-mundial. Así que el 2017 se viene largo. Me encantaría ser entrenador. Más que nada porque podría sacarle provecho en el sentido de que disfruto estar todo el día con el vóley. -Por edad y trayectoria sos referente de grupo tanto en Bolívar como en la selección, ¿cómo es tu relación con los más chicos? -Con los que se puede hablar y te escuchan trato de trasmitir mis vivencias personales. No sé si está bien lo que hice durante mi carrera o no pero, la realidad es que tengo 35 años y sigo jugando. Tengo la suerte de seguir en el alto nivel, estar en buenos equipos; digo esto porque capaz otros tipos a los 35 están jugando en equipos de bajo rendimiento o retirados por lesión. Por eso siempre trato de contar mi experiencia, los jugadores que tuve al lado, las herramientas que me fueron dando. En fin, intento ayudar a los más chicos, decirles lo que está bien o mal, lo que hago o no hago, lo que como y no como. Todo siempre con buena onda. -Si tuvieras que elegir tres momentos de tu carrera, ¿cuáles serían? -Por rendimiento, sin dudas, el año que fui a Rusia (Dynamo Moscú temporada 2008-2009). Ese año viví cosas que en otro lado no las hubiera vivido jamás. Cosas que pensaba que no existían en el vóley, por ejemplo: arranca el torneo, nos llevan al aeropuerto en el micro del club y yo veo que no paramos en la puerta principal y seguimos, pensaba que se había pasado de largo, pero no. Resulta que nos llevó hasta el avión, teníamos un avión privado. El Dynamo tenía esas cosas, me costó acostumbrarme, los tipos llevaban vida de futbolistas. Los jugadores salían a la calle y era un reconocimiento constante. Yo venía de Mallorca (España), buen club y todo, pero nada que ver. También recuerdo que las primeras semanas de entrenamiento, tuve que entrenar con los juveniles porque varios de los mayores estaban en los Juegos Olímpicos de Beijing y, los pibes ya eran re picantes. . Otro de los momentos que elijo son mis primeros Juegos (Londres 2012). Fue el sueño de mi vida y lo pude lograr recién a los 31 años. Me resulto difícil porque había jugado de todo: Mundial, Sudamericano, Liga Mundial, etc. Pero me faltaban los juegos. Y cuando fuimos nos encontramos con un torneo medio raro, nuestro equipo era muy joven, muchos pibes. No es que fuimos de paseo pero era como que íbamos a jugar algo lindo y nada más. -El tercer momento que elijo es el 2016. Yo pensaba que no volvía más a la selecciónporque habían pasado ciertas cosas y yo ya no tenía ganas de estar así, soy grande. Después se dio que Julio (Velasco) me llamó, me preguntó si quería estar, le dije que tenía ganas y llegó Río. Fue un plus en mi carrera porque logramos jugar un gran vóley. ejemplo. -¿Pensas en el retiro? -A veces se me viene a la cabeza. Estoy grande y muchas veces resulta cansador el ritmo que llevo. El hecho de estar en Bolívar a 320 km de mi familia hace que me pierda cosas, los chicos crecen. Durante el año de selección lo mismo. Pero bueno, esto me apasiona y por ahora pienso seguir hasta donde dé. -¿Cómo es un día de Alexis González? -Ahora llevar los nenes al colegio al mañana, salgo 7.15 hs de casa y después ya me vengo al CeNARD, entrenamos todo el día y pego la vuelta después de las 17 hs. Cuando llego mi nene ya me está esperado para jugar al vóley, al fútbol, o algo, siempre tiene la máxima energía. Después cenamos, hablamos de las cosas que pasaron durante el día y nos acostamos temprano porque al otro día ya se arranca de nuevo. Cuando tenemos un fin de semana libre, aprovechamos para salir en familia y tratamos que sea ligado al deporte, jugamos a diferentes cosas.
![]() Líder por naturaleza, ambicioso, referente del vóley nacional, ganador, estratega, trabajador, padre de familia, ex jugador, director técnico… le calzan a la perfección todas esas palabras y se podrían escribir muchas más. Hablamos de Javier Weber, el flamante DT de Personal Bolívar finalistade la Liga Argentina 2016/2017. Su presente con Las Águilas no podría ser mejor, viene de superar a Lomas Vóley -3-1 la serie- en la instancia semifinal y actualmente está disputando el título con UPCN de San Juan. Su pasado ya lo conocemos todos: destacado jugador de Selección, ganador de la medalla de bronce olímpica en Seúl 1988, oro Panamericano en Mar del Plata 1995, capitán durante 7 años. Logró algo insólito que fue desempeñarse como jugador y DT al mismo tiempo en la Superliga Brasileña (Unisul). Campeón como entrenador en Brasil (Unisul), Grecia (Panathinaikos) y Argentina en tres oportunidades (2007/2008, 2008/2009 y 2009/2010) con el club bolivarense; además logró el título Sudamericano en 2010. Durante 6 años fue el director técnico del seleccionado nacional (2008-2013) y ahora está cumpliendo su décimo año consecutivo dirigiendo a Bolívar. El ex armador no tiene problema a la hora de charlar en exclusiva con VolleyAttack y cuando lo hicimos no pude evitar no admirar el brillo en sus ojos al hablar de la conducciónde un grupo, lo emocionante que le resulta. Lo mismo sucedió cada vez que mencionó a la familia, núcleo fundamental para su vida personal. Sin lugar a dudas, con su mirada brillante logró que se entrevea su pasión por el vóley, por eso te invitamos a leer más sobre este personaje del deporte argentino… - ¿Cuántas horas de tu día le dedicas al vóley? - Un montón, exactas no sé. Seguramente muchas más cuando empecé a ser entrenador que cuando era jugador. Hay una preparación diaria de cómo serán los entrenamientos, si bien ya existe una planificación previa, en el día a día hay modificaciones: hay lesionados, cambios de horarios, dobles turnos o simples. Lo que sí hago como rutina es mirar a la noche el entrenamiento global, que se graban siempre. Me gusta observar los detalles, corregir y ajustar para el día que viene. Si bien no hay estadísticas todos los entrenamientos, cuando hay se miran. Hay ejercicios que se hacen diariamente y otros que prefiero descartar, por ejemplo el ataque libre no me gusta, lo hago con saque y recepción porque para mí es una parte decisiva del juego, sobre todo en la liga que disputamos nosotros. Volviendo al tema horario: todo el cuerpo técnico está una hora y media antes del entrenamiento cada mañana. Al tener la posibilidad de un club con bar, desayunamos juntos. Charlamos un poco de lo que se va hacer, de lo que viene, evaluamos el día anterior, etc. Somos casi una familia, compartimos muchos momentos juntos. Así que dicho esto, creo que sumo unas 14 horas diarias de vóley. - ¿Qué te sedujo de la dirección técnica? - Primero la pasión por el deporte, por el vóley en realidad, que lo juego desde los 7 años. Y segundo: que un equipo tenga tu cara no tiene precio. Me seduce tener el control del juego a través de un plantel. Está claro que los que deciden son los jugadores pero poder llevarlo a la máxima expresión de lo que vos pensás que puede dar cada uno y que tu equipo lo desarrolle es emocionante. A mí como armador me gustaba eso, tener el control del partido, saber por dónde iba a pasar cada pelota, decidir a quién dársela, adivinar qué hace el central del otro lado… Y todo eso que hacía como levantador ahora lo elevo a la décima potencia como entrenador. Puedo controlar todo. - ¿Qué importancia le das a tu staff? - Desde que llegué en 2006 y todo el mundo me decía que estaba loco por tener diez tipos en el cuerpo técnico yo era y soy un convencido de que el armado del staff es tan importante como la plantilla de jugadores. Tener el mejor médico, kinesiólogo, estadígrafo, etc. Tener lo mejor de lo mejor también deriva a que el equipo lleve tu cara, va de la mano. Considero vital la elección de un determinado cuerpo técnico para el armado de un proyecto que aspira a ser ganador. - ¿Cómo es tu relación con los dirigentes? - Lo voy a decir claramente: Bolívar es Marcelo Tinelli. Bolívar tiene un dueño, no dirigentes. Sí tiene un gestor que es Fabián Scoltore y la parte dirigencial por así llamarlo es el manager, que para mí es parte del cuerpo técnico. Facundo Rizzone es el número uno sin lugar a dudas, es perfecto en lo que hace. Mi relación con Marcelo va más allá de lo que es presidente-entrenador. Hay una confianza mutua, él me delega todo lo que sea el armado del proyecto, no es que sólo me ocupo de la parte técnica. Soy director del club, estoy hace 10 años. Si tengo que definir mi relación con Tinelli te digo que es espectacular. ¿Qué nos une? Los sueños. Los compartimos y vamos tras ellos, queremos ganar todo torneo que se nos cruce. ¿Cómo? De la manera más profesional posible, por eso la construcción de un centro de alto rendimiento, eventos internacionales todos los años, abrir fronteras, ayudar a otros equipos tanto desde lo económico como desde lo estructural, logístico. Marcelo es un pionero en este. - ¿Tenés facilidad para delegar las diferentes tareas o todo tiene que pasar por vos? - Delegar, delego. Pero el control del entrenamiento lo tengo yo. Hay veces que hacemos entrenamientos “partido” y yo dirijo un equipo y Rodrigo (Martínez Granados) el otro y no es que tengo un ojo en cada lado de la cancha. Hay una elaboración previa de lo que se va hacer y no necesariamente ambos grupos trabajan en espejo. Delego tranquilo porque tengo claro que los que trabajan conmigo saben lo que yo espero y aparte están muy bien capacitados para hacer cualquier tipo de actividad. Delego pero sé todo lo que se hace y todo lo que pasa. - ¿Qué es lo que más te gusta trabajar y qué es lo que tu equipo más necesita?¿A qué fase del juego le dedicas más trabajo? - Me gusta que mis equipos sepan lo que hacen y porqué lo hacen. La fase del juego que más me gusta claramente es el ataque, no porque sea lo más vistoso sino porque para la Liga nuestra es muy necesario. Lo que más trabajamos son los sistemas, a veces de bloqueo-defensa, de recepción-ataque, de cobertura o de gestión de la pelota. Me gusta que el equipo desarrolle cada una de esas instancias. Por ejemplo me gusta que cada atacante sepa qué variantes tiene según el tipo de pelota, sobre todo a la velocidad que se juega hoy en día que no tenga sólo una opción. La mecanización de los sistemas es lo que más trabajo, difícilmente encuentren un quipo mío que no sepa lo que hace. Puede salir bien o mal pero todo tiene una justificación. - ¿Qué elementos tenés en cuenta a la hora de elegir a tus jugadores? ¿Y la designación de capitanes? -Empecemos por el armador. Lo elijo en función de cómo arma, no me fijo en otra cosa. Personalmente me gusta que sea un jugador que sepa cómo manejar los tiempos del equipo. Que trabaje al lado mío en función de las dificultades y virtudes que tiene un plantel. En cada elección que hace tiene que haber un porqué detrás: jugó por ahí porque estaba el bloqueo más bajo, el atacante hizo los últimos cinco puntos, porque es la mejor pelota, etc. Tiene que tener una elaboración previa de la jugada, no puede decidir qué hacer cuando le llega la pelota a la cabeza. O también puede tomar una decisión rápida y ejecutar con acierto, es el caso cuando ve que el central se movió antes y jugó para el otro lado. También tiene que gestionar de manera excelente, en las pelotas sucias tiene que ser el mejor. Que defienda y después si saca y bloquea mejor, pero no es algo primordial en mi opinión. En cuanto a los puntas, prefiero un equipo equilibrado y si hay algún desequilibrio que sea en pos de algo. A mí siempre me gustó jugar con un receptor de rol y este año no lo tengo. Opté por arriesgar en ese fundamento y ganar en otro como el bloqueo. Para esta temporada hice algunas modificaciones y me animé a descuidar un fundamento que nunca descuido que es la recepción. En cuanto a los centrales, en la medida que se pueda me gusta que uno sea más de bloqueo y otro de ataque, que uno saque en salto y el otro flotado. En referencia a la designación de capitanes, este año tengo a Leo (Patti) que cumple su función de la mejor manera. Él es un claro referente por su experiencia y espíritu y es la voz del equipo y el que intermedia entre staff y jugadores por así decirlo. - ¿Existe una relación diferente con los armadores? - Charlo más, pero más que nada de la conducción. No me gusta agobiarlo porque a mí como jugador no me gustaba que me estén encima constantemente. Sí hay momentos en los cuales acordamos jugadas y se dice se juega tal pelota y el atacante va sobre una dirección determinada. Trabajo mucho con los espacios defensivos más allá de los del bloqueo, siempre hay lugares que quedan descubiertos. Si en algún momento veo que mi armador no está pensando en función de lo que necesitamos, lo hablamos. No soy un entrenador que está todo el tiempo pendiente de la elección. Me gusta entender el por qué lo hace, a pesar de a veces no estar de acuerdo. - ¿Video? ¿Cuánto tiempo? - No hago más de 35 minutos. El jugador, la persona en realidad, después de la media hora disminuye la atención. Sí hacemos 2 o 3 sesiones por semana, no tanto colectivo sino por especificaciones: los receptores ven todos los saques del rival, también hago individuales para corregir técnicas. El video de la charla táctica previa al partido sí es grupal. A su vez también tenemos un grupo de DropBox donde periódicamente subimos videos o charlas, ya sea de partidos o entrenamientosy cada uno puede mirar cuando guste. - ¿Cómo logras el máximo compromiso de tus jugadores? - Yo confío en el jugador, le doy libertad para tomar decisiones porque la elección de cada jugador entre lo que está bien y lo que está mal hace el compromiso. Si después de un partido se dice “libre” y cae uno a las seis de la mañana en malas condiciones, perjudica al equipo. Eso está penalizado. El ejemplo cabe también para la opción que el jugador toma en cada pelota que juega: si a la bola alta le pega fuerte al central se va a comer un gorro, pero si usa arriba al extremo puede que haga punto. Cada uno tiene que saber y cumplir el rol que tiene en el plantel. Algunos lo hacen bien y otros no tanto. Es función del entrenador exprimir al máximo de sus posibilidades a cada uno de ellos dentro de sus límites. Más que el compromiso, que para mí lo tienen desde el momento en que dicen que sí a este proyecto, es que cada uno entienda lo que tiene que hacer para el objetivo común. - Hablando de objetivos ¿cuál es el objetivo de la temporada? - Todo lo que no sea salir campeón para nosotros es un fracaso. No existe salir segundos. Venimos de estar muy cerca las últimas dos temporadas, se llegó al quinto partido en ambas ocasiones. Esta Liga hemos conseguido algo muy importante que fue salir primero en la fase regular y en un eventual quinto partido seríamos locales. También hemos jugado muy bien a nivel internacional, tanto en el Sudamericano como en el Mundial de clubes. Llegar a la final era una obligación y salir campeón coronar el objetivo. Además creo que el equipo llega en su mejor momento. - ¿Cómo te gustaría salir campeón? ¿De qué manera quisieras que juegue tu equipo para coronarse? - Como a mí me gusta difícilmente lo logremos porque no lo hemos podido concretar durante muchos pasajes de la temporada (se ríe), pero eso no quita que el equipo esté en condiciones de jugar a un alto nivel. Teniendo entre el 55 y 60% de salida de recepción-ataque a los demás equipos se les hizo y se les hace difícil sostener el ritmo. Creo que tenemos un excelente potencial en bloqueo-defensa. En bloqueo somos de temer, cubrimos muchos espacios. De hecho este año arriesgamos menos en saque por la línea de bloqueo que tenemos. Por eso creo que manteniendo un buen nivel de salida de recepción y respetando el sistema bloqueo-defensa tenemos grandes chances. - ¿Cómo sostenés la presión de estar siempre en los primeros puestos? - Todo el mundo habla de esa presión pero lo cierto es que tanto UPCN, como Lomas y nosotros aspiramos a pelear el título. Está claro desde el minuto uno que todos los que aceptamos formar parte del proyecto Bolívar queremos ganar el campeonato. Se llega a la final y se festeja, por supuesto porque no es fácil, pero para nosotros es un paso más. Desde el tema mental, el equipo tiene en la cabeza ser campeones. - ¿Cómo acompaña la familia? - Mi señora está muy acostumbrada y manejamos muy bien los tiempos. Ella me conoce mucho, estamos casados hace 27 años y hemos pasado por muchísimas situaciones y momentos de elegir prioridades. Para mí siempre la prioridad es la familia, por eso dirijo acá en Argentina. Me pone muy contento que mi hijo esté jugando en Europa, que esté haciendo su aprendizaje de vida más allá de lo técnico del vóley. Lógicamente que está mejorando pero me pone feliz que él haga su experiencia personal. La familia apoya en todo momento. Tenemos nuestros horarios de estar juntos, por ejemplo el desayuno para nosotros es muy importante, tratamos de hacerlo obligatorio. Después de tanto tiempo tenemos nuestros puntos en común y el vóley no es uno de ellos, nuestras charlas son sobre otros asuntos. Gracias a la familia puedo hacer lo que hago, gracias a mi mujer que sabe cómo soy yo, adentro y fuera de la cancha, cómo fui como jugador, y eso es un punto interesante porque no varió mucho lo que era como jugador a como soy ahora como entrenador en términos de cantidad de tiempo o dedicación. En fin, por más que pase mucho tiempo con el vóley, lo más importante es la familia. |
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